Durante muchos años la cultura
de ser humano ha sido enfocada a la destrucción masiva del medio ambiente, sin
pensar en sus consecuencias son más los bosques, selvas y afluentes que son
contaminados y destruidos por la mano del hombre, y es que quienes somos para creernos dueños
de algo, cuando ese algo nos creó, sin saber que creo la peor enfermedad
cancerígena del planeta, Que día tras día consume su vida.
Por miles de años nuestra
inteligencia ha sido la mejor arma para desarróllanos y ser la única especia capas de razonar y pensar por sí misma y sobre salir de las
demás, pero fue esta misma capacidad mental que hoy nos destaca tan bien por
ser consumistas dominantes y ser la peor especia depredadora de la vida k
existente actualmente. La falta de
cultura y pro fundación de la vitalidad
de preservar las cosas que nos rodean, son y serán la gran falencia que
presenta el ser humano atreves del
transcurso del tiempo.
Los factores del “desarrollo
“actualmente solo abarca la pobreza la falta de educación presente en países
pobres y en vía de desarrollo esclavos de un consumismo, limitado a terminar con los recursos de estos
países, sin importar las consecuencias que traigan a las misma personas que la
habitan. Como sucedió en el paso, los indígenas de las comunidades grandes y
pequeñas fueron influenciados por religiones y por materiales
de poco valor, a cabio de sus
riquezas naturales y su libertad de elegir una vida digna de elegir.
Convirtiéndolos en esclavos de un desarrollo que hoy en día ha consumido todo el planeta enfocado en una
sola cosa poder.
Y que es el poder?... más que un montón de papeles valorizados en
dineros. Propios de un mundo globalizado donde el dinero es la balanza de
un equilibrio entre ricos y pobres, por mucho tiempo el desarrollo que ha tenido la humanidad. Ha
pagado una consecuencia muy alta en el impacto del medio ambiente y a la vida
misma recalcando que el ser humano terminara por agotar sus recurso naturales
respectivamente alojándolo en la única especie capaz del desarrollo, a una
misma destrucción.
Elaborado Por: Andrés Alejandro Vanegas Aguilar